La EPOC es una enfermedad crónica, prevenible y tratable, en la que los bronquios se obstruyen como consecuencia de respirar humo de tabaco u otras sustancias dañinas. Esta obstrucción hace más difícil la respiración.
El factor de riesgo más importante para desarrollar esta enfermedad es el TABAQUISMO. En muchos países también se ha identificado como factor de riesgo la contaminación ambiental, ocupacional o doméstica
La organización Mundial de la salud la señaló como la quinta causa de muerte en el mundo y se espera que en las próximas décadas aumente su prevalencia e incidencia. Además es una enfermedad con morbilidades asociadas y con un gran impacto socioeconómico. En fases más avanzadas los síntomas se agravan, perdiendo calidad de vida. Es habitual que, en el curso de su enfermedad, el paciente puede sufrir descompensaciones que empeoren sus síntomas.
Muchas veces esta enfermedad se diagnostica de forma tardía ya que en muchas ocasiones los pacientes pasan por alto los síntomas ( como la tos, la disminución de la actividad física o una dificultad respiratoria leve) y no consultan por considerar que se debe a cambios fisiológicos normales ( por ejemplo ligados al envejecimiento o al aumento de peso)
Si le EPOC se diagnostica en fases iniciales hay medidas que pueden ayudar a detener el daño a los pulmones, por tanto es importante que el paciente reconozca sus síntomas.
Si usted es fumador o ha fumado y responde a las siguientes preguntas de forma afirmativa podría padecer EPOC y debería ponerse en contacto con profesionales sanitarios.
El diagnóstico de esta enfermedad se realiza con una sencilla pueba que se denomina ESPIROMETRIA.
La espirometría mide objetivamente si los bronquios están obstruidos. Se hace mediante un aparato que
mide el aire que se expulsa después de una inspiración profunda.
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