MÚSCULOS DEL SUELO PÉLVICO
El suelo pélvico es un sistema
de músculos y ligamentos que cierran el suelo del abdomen manteniendo en
posición correcta y en suspensión la vejiga, el útero y el recto en contra de la
fuerza de la gravedad. El debilitamiento del suelo pélvico provoca uno o varios
de los siguientes trastornos: incontinencia urinaria de esfuerzo, prolapsos
(caída de los órganos intrabdominales) y disfunciones sexuales.
Es conveniente trabajar estos músculos para reforzarlos
y evitar así su descenso.
Los ejercicios de Kegel.
Los puedes realizar en cualquier postura y en cualquier lugar, son contracciones internas y nadie lo notara. En principio y para concentrarte mejor puedes hacerlos tumbada.
Intenta asociarlos a alguna
rutina diaria ( cepillado de dientes, lavar platos, anuncios de tv., ..) para
realizarlo cuantas más veces mejor. Alrededor de 200 contracciones
diarias.
1. El lento.
Aprieta los
músculos como hiciste cuando intentaste detener la orina, tirándolos hacia
arriba. Contráelos y mantenlos así mientras cuentas hasta 5 respirando
suavemente. Luego, relájalos durante 5 segundos más, y repite la serie 10 veces.
(compresión 5 seg.relajación 5 seg. )
Intenta aumentar progresivamente
el tiempo de contracción y relajación. Empieza por 5 segundos en cada caso hasta
llegar a los 20. Cuanto más tiempo consigas aguantar la contracción de los
músculos, más fuertes se harán.
2. El rápido
Aprieta y
relaja los músculos tan rápidamente como puedas hasta que te canses o
transcurran unos 2 ó 3 minutos (lo que suceda primero). Empieza con 10
repeticiones cuatro veces al día hasta alcanzar las 50 repeticiones diarias.
(compresión 5 seg. /relajación 5 seg.compresión 5 seg.relajación 5 seg......
3. El ascensor
Este
ejercicio requiere cierta concentración, pero sus resultados son muy buenos. Tu
vagina es un tubo muscular con secciones en forma de anillo dispuestas una sobre
otra. Imagínate que cada sección es una planta diferente de un edificio, y que
subes y bajas un ascensor tensionando cada sección. Empieza subiendo el ascensor
suavemente hasta la primera planta, aguántalo durante un segundo, y sube hasta
la segunda planta. Sigue subiendo tantas plantas como puedas (normalmente no más
de cinco). Para bajar, aguanta también un segundo en cada planta. Cuando llegues
abajo, intenta ir al sótano, empujando los músculos pélvicos hacia abajo durante
unos segundos (tal y como si estuvieras de parto). Finalmente, intenta relajar
por completo la musculatura durante unos segundos. Sobre todo, no te olvides de
respirar pausadamente y de no realizar el ejercicio con ayuda de los músculos
abdominales.
4. La onda
Algunos
músculos del suelo pélvico están dispuestos en forma de un ocho, pero con tres
anillos. Un anillo se sitúa alrededor de la uretra, otro alrededor de la vagina,
y el último alrededor del ano. Contrae éstos músculos de delante a atrás y
relájalos de atrás a delante.↕
Haz estos ejercicios tantas
veces como puedas al día. El objetivo es conseguir realizarlos sin que se noten.
Cuando empieces a realizarlos, pueden parecerte incómodos y raros, pero pronto
verás que podrás llevarlos a cabo sin que los demás se den cuenta.
Al principio, al practicar el
ejercicio lento, puedes notar que los músculos no quieren mantenerse contraídos.
También es posible que te canses enseguida con el rápido. Pero si perseveras,
verás que en pocos días no te supondrán ningún esfuerzo.
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