Los riesgos asociados a esta practica, advierten los especialistas, pueden ir desde lesiones hasta problemas de corazón.
Los riesgos más comunes que suelen tratarse en las consultas son:
Lesiones musculares: cargar el peso de los tronos durante largas horas puede causar lesiones musculares, especialmente en la espalda, piernas y hombros. Son comunes los esguinces de rodilla o tobillo, las lumbalgias o incluso las roturas de menisco, como consecuencia del incremento del esfuerzo físico exponencial en poco tiempo y, en muchos casos, una mala distribución del peso bajo el paso.
Deshidratación: El itinerario de las procesiones, sobre todo en Andalucía, suele tener lugar en horarios de mucho calor y con una duración larga, lo que puede aumentar el riesgo de deshidratación. Asimismo, una vez que los hombres de trono comienzan a cargar el trono, su cuerpo empieza a consumir ácido láctico de forma progresiva, lo que puede generar nerviosismo y fomentar la deshidratación.
Problemas cardiovasculares: el esfuerzo físico de cargar los tronos puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares. Así, la antropometría, las cifras de presión arterial y el esfuerzo que realizan pueden aumentar el riesgo cardiovascular a medio-largo plazo en este colectivo.
Fatiga y agotamiento: cargar los pasos durante varias horas seguidas puede causar fatiga y agotamiento, lo que puede aumentar el riesgo de caídas y lesiones.
Lesiones por caídas: los hombres de trono pueden sufrir lesiones por caídas si pierden el equilibrio o si se produce algún incidente durante el trayecto procesional. Esto puede provocar heridas y quemaduras, más allá de lesiones.
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